A modo de Reflexión: ¿Frente a un nuevo orden mundial?
Updated: Jun 17, 2021
¿Cuán real es esta frase de profundo contenido?
George Busch, ex presidente de los Estados Unidos, enunció este pensamiento por vez primera como sigue:
“Es una gran idea: un nuevo orden mundial, donde distintas naciones son atraídas a una causa común, para alcanzar las aspiraciones universales del ser humano: paz y seguridad, libertad y el imperio de la ley (…) solamente los Estados Unidos tiene tanto poder moral como los medios para respaldarlo” (Los Ángeles Times, 18 de Febrero de 1991, citado en El Nuevo Orden Mundial y el Fin de la Historia, Juan Carlos Priora, 1994, p. 23).
Cesaban de rugir los cañones y poderosos armamentos que pusieron fin a la primera guerra del Golfo Pérsico (1990-1991) cuando estos pensamientos parecían emerger en la historia de nuestros días.
El fin de la guerra fría (1948-1988) entre las dos superpotencias de entonces, el derrumbe del muro de Berlín (9/12/1989), la desintegración de la URSS (01/01/1992) llenaban de asombro a los millones de pensadores que les tocó vivir las postrimerías del siglo XX. Por otro lado, la “idea envolvente”, la sigla “Global” impresa repentinamente en los libros, revistas y medios de comunicación alumbraban a multitudes que parecían palpar con sus propias manos el sueño de la raza humana a través de toda su existencia: “un mundo mejor”. Pero ¿Está al alcance del hombre el establecerlo o tan solo se esfumará como el roció de la mañana al enfrentar los rayos del sol penetrante de falta de comprensión, violencia, drogadicción, derrumbe del hogar, caos moral, desequilibrio social y económico? ¿Armoniza esta idea con las milenarias palabras proféticas de San Pablo, el gran apóstol del cristianismo?... “que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán”.
1 Tes., capitulo 5, vers. 3
Que este seminario destinado a conducirnos a través de una clara, imparcial y realista investigación de las grandes profecías y revelaciones dadas por Jesucristo sean para cada escudriñador un manantial de aguas cristalinas en el desierto de esta existencia. Un oasis de verdadera esperanza, al vislumbrar la inminencia de un mundo eterno que todo verdadero cristiano espera y añora.
Ptr. Ruben Arn