Nuestro mundo es un caos, a cada momento y día, encontramos a través de los diferentes medios de comunicación noticias aterradoras de un mundo sumergido en la violencia, inestabilidad social, calamidades en la naturaleza, inmoralidad, amenazas de guerra, enfermedades desconocidas, vicios que anuncian que vivimos en una época solemne y con una expectativa mayor por cosas o acontecimientos que puedan hundirnos en la preocupación y angustia.

 

Sin lugar a duda estamos viviendo en el “tiempo del fin”, las señales de los tiempos anuncian la inminencia del retorno de nuestro Señor Jesucristo a la tierra, Apocalipsis 1:7. De acuerdo con la profecía analizada y estudiada antes, nos encontramos actualmente en los “pies de hierro y arcilla”, Daniel 2:44-45 que representa en la profecía bíblica nuestro tiempo actual, o sea, falta solamente                                             el caer de la piedra para que se cumpla todos los acontecimientos                                                         narrados en la visión de la gran estatua de Nabucodonosor.

 

                                         Jesús vendrá a este mundo, estamos cerca de su venida y a un paso del                                               establecimiento de su reino justo, pacífico, misericordioso y eterno, pero                                               antes que sucedan estas cosas, tienen que darse ciertas señales en el mundo entero, que servirían de advertencia y amonestación para que los hombres se preparen y humillen su corazón y sean salvos en esta hora postrera en la que nos encontramos.

 

En el evangelio de San Mateo 24, encontramos el famoso discurso apocalíptico de Jesús dirigida hacia sus discípulos en la cual describe las cosas que van a suceder antes que él regrese. ¿.Cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? Mateo 24:3. Esta pregunta realizada por los apóstoles a Jesús, es un interrogante que millones en el mundo se hacen, quien de nosotros no nos gustaría saber cuándo va a ocurrir el fin del

mundo, es más hay personas que buscan de diferentes maneras

encontrar una respuesta ante esta inquietud humana. Hace 2000

años atrás Cristo contesto y presento el panorama profético de los

eventos finales de la historia de nuestro planeta.

 

Comencemos en Mateo 24:6. “Y oiréis de guerras y rumores de

guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto

acontezca; pero aún no es el fin”. Ante todo, debemos decir que las señales que se encuentran registradas en este capítulo de Mateo son un conjunto de señales universales y no de una en particular o aislados del grupo, el fin del mundo estaría marcado por estos eventos mundiales.

Mateo 24:7. “Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares”. Es notable las palabras de Jesús, porque nuestro amante salvador traza estos sucesos dentro del momento profético señalado, porque en el “tiempo del fin”, la característica cuantitativa se agravaría e incrementaría en comparación con otras épocas en la antigüedad, en esto radica la importancia de estas señales porque nos muestra el tiempo específico, ya que estas evidencias son más comunes y se dan con mayor frecuencia en nuestros días.

A continuación, pondremos algunos datos interesantes que nos van a ayudar a graficar la profecía dada por Jesús.

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Violencia en la tierra.

Cada 100 segundos muere alguien en un conflicto armado. Cada

60 segundos ocurre un asesinato. “Lo más impresionante es lo

grande del problema, independientemente del país, la región

o la religión. La violencia es inaceptablemente alta en todos

los países”. Etienne Krug. (OMS)

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Joel 3:9-10. Las naciones están en un tremendo conflicto, en todos lados se escucha violencia, los débiles se armarían de todo armamento bélico y habría una lucha fuerte y portentosa.

 

Gastos militares. Representan:

✓ 140% de los gastos de educación.

✓ 500% de los gastos de salud pública.

✓ 1 tanque de guerra = equivalente 80 viviendas.

✓ 1 submarino atómico = ciudad de 25 mil habitantes.

✓ 1 proyectil “atlas” = alimentación de 250 mil personas por año.

✓ 1 bombardero = sustento de 250 mil maestros por año.

 

La lucha por el Pan y la Nueva Moral.

Hambre el 80% de la población mundial vive en países de miseria.

800 millones padecen de hambre mortal: 25 millones mueren cada año.

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Injusticia social.

Santiago 5:1-6. Se hace una tremenda predicción acerca del desequilibrio social reinante en el tiempo del fin, la injusticia en todos sus estratos seria alarmante y preocupante, el aprovechamiento, la extorsión, la usurpación, el robo hacia las clases menos favorecidas, los placeres y la vida licenciosa al mal, conformaría una de las grandes señales del fin del mundo. Esto iría cada vez en aumento.

 

Terremotos.

Siempre hubo terremotos, pero en los últimos tiempos se produjo un notable incremento en magnitud y periodicidad. Por ejemplo: Siglo I – 11 terremotos, Siglo II – 12 terremotos, y así sucesivamente siglo tras siglo hasta el año 1755 que ocurre un gran terremoto en Lisboa (Portugal). Posteriormente a ello la tierra tiembla cada día más. En la actualidad se registran 6000 terremotos considerables en el mundo cada año.

 

¿Qué hablar de la situación moral de los últimos días?

2 Timoteo 3:1-5. “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán

tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros,

vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos,

impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles,

aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los

deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la

eficacia de ella; a éstos evita”.

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La degradación y corrupción moral es moneda corriente en nuestros días, que fácilmente las palabras proféticas anuncian una situación tal de la sociedad, podemos ver nosotros mismos la realidad de estas cosas, hombres y mujeres entregados al mal, sin consideración o empatía hacia los demás, prácticamente está desapareciendo todo rastro de bondad, piedad y a su vez el ser humanos se aleja cada día de Dios, para disfrutar de una vida placentera y sin límites. El pensamiento y el corazón humano está en oposición a Dios.

 

De esta manera el hombre se dirige hacia su propia autodestrucción causada por él mismo (Capa de Ozono, Calentamiento Global, Terribles Tempestades, Huracanes, Inundaciones, Sequias, Hielo Polares derritiéndose, Disminución del agua potable, Aumento de enfermedades, Incendios, Caos Social, etc.). Por eso es importante que Dios intervenga en la historia humana, el solamente pueda arreglar esta problemática y darnos una solución satisfactoria y llena de bendición. Pero también llegara el momento cuando el Señor “destruya a todos los que destruyen la tierra”. Apocalipsis 11:18.

 

Señales adicionales.

Ciencia y tecnología. En Daniel 12:4. “…ciencia se aumentará”, es considerable

como en estos últimos días la ciencia a dado pasos agigantados, ha escalado

rápidamente en una sociedad que crece y crece, sin lugar a duda esto se aplica

directamente al incremento de todas las ciencias, aunque debemos resaltar el

“conocimiento bíblico” que se encuentra abierto y al alcance de todo ser humano

que vive en esta tierra, en diferentes idiomas y dialectos, incluso la tecnología ha

ayudado para este fin. Por otro lado también debemos considerar los grandes avances tecnológicos en nuestro mundo en sus diferentes esferas y como estos han tenido un impacto en nuestra comunidad.

 

En Mateo 24:35-39 Jesús ilustro nuestros días con los días de Noe, antes del Diluvio, si bien es cierto que el “día y la hora” nadie lo sabe podemos ver las señales de los tiempos que declaran la inminencia del retorno de Jesús. En los tiempos de Noe, los antediluvianos “no entendieron”, prefirieron vivir la “vida del momento”, y perdieron toda posibilidad de salvación y gracia porque menospreciaron a Dios.

 

Ahora Dios nos concede un tiempo a nosotros, rechazaremos su tierno llamado, y la oportunidad que nos otorga, acerquémonos a Dios, entreguémonos a Él, es la mejor decisión que podamos tomar mientras esperamos el regreso de nuestro Señor a la tierra.

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