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Origen y fin de la 

Tristeza

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Serie: Las Profecías Bíblicas - Esperanza de las Naciones

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Hacia una brillante Esperanza

Monumento profético que alumbrará hasta el fin

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Las emociones y sentimientos juegan un papel fundamental en la mente humana, a tal punto en repercutir en la salud psíquica y orgánica de las personas. La tristeza, la desgracia, la amargura, la pena, la aflicción afectan tanto los sentimientos, pensamientos y la conducta de las personas. Ante tal hecho buscamos solución, sin alcanzar lo que realmente deseamos y nos frustramos y angustiamos. ¿Quién es el responsable de tanta angustia, dolor,                                            tristeza? ¿Podrá ser que Dios se deleita en nuestro sufrimiento? ¿La Biblia que nos                                             dice de este tema, y que solución nos presenta Dios?

 

La Palabra de Dios nos enseña que, en algún momento de la eternidad, en el vasto y poblado universo de Dios, un ángel perfecto que estaba muy cerca de Dios comenzó a desarrollar en su corazón y en su mente pensamientos y sentimientos antagónicos a la bondad, pureza y amor de Dios con respecto al gobierno y a la felicidad de los ciudadanos celestiales.

 

Como sucedió todo esto es un misterio, pero si nos demuestra que Dios creo a todas sus criaturas con el libre albedrio; la capacidad de elegir hacer la voluntad de Dios o rechazarla.

 

Según Ezequiel 28:14-19, este querubín protector, también conocido como

Lucifer, era un íntimo ayudador de Dios y ministraba con él en el monte de

Dios. A causa de su hermosura y sabiduría se enalteció su corazón y quiso

ser adorado como Dios, desobedeciendo y poniendo en tela de juicio el

carácter y las leyes del gobierno celestial. Isaías 14:12-14. Esto trajo una

tremenda crisis en el Templo de Dios y en su toda su creación, ya que en su

descontento y extravió comenzó a sembrar la discordia, la murmuración y

la duda entre la hueste angelical, culpando a Dios de tirano, cruel e injusto

y no queriendo el bienestar y la felicidad de sus criaturas.

 

Esto conllevo en una tremenda guerra cósmica en los cielos, provocando la expulsión de Lucifer del Santuario de Dios y el exilio de todos aquellos ángeles que se plegaron a la rebelión contra Dios. Así se originó el pecado, en los cielos, en la eternidad y con un ángel poderoso que servía íntimamente delante de la presencia y del trono de Dios.

 

De esta manera conocemos que el primer ser creado que desobedeció a Dios y a su ley, fue Lucifer, y este pecado trajo el infortunio, la desgracia, la desdicha, la infelicidad en el mundo celestial ya que el pecado produce este tipo de sentimientos y emociones, y también tiene que ver con la propia infracción a la Ley de Dios que es la base del amor y gobierno divino. 1 San Juan 3:4. Por eso Jesús apareció “para deshacer las obras del diablo” y sus pretensiones diabólicas en cuanto al gobierno y la vida de todos los seres creados por Dios. 1 San Juan 3:8.

 

No debemos olvidar la razón por la cual nuestro mundo está inmerso en esta situación catastrófica en nuestros días, según lo que se revela en Isaías 24:4-6. “Se destruyó, cayó la tierra; enfermó, cayó el mundo; enfermaron los altos pueblos de la tierra. Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, quebrantaron el pacto sempiterno. Por esta causa la maldición consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados; por esta causa fueron consumidos los habitantes de la tierra, y disminuyeron los hombres”.

 

Todo el mundo sufre de los estigmas del pecado y sus terribles efectos, por la transgresión a los mandamientos de Dios, se observa una decadencia en todas las esferas de la vida, incluso que “sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora”. Romanos 8:22.

 

¿Cuál es nuestro gran conflicto?

Nosotros al ser creados por Dios, nos entregó un precioso don que es el “libre albedrio”, la capacidad de elegir entre el bien y el mal. Ante esta situación estamos sumergidos en una lucha trascendental, en hacer la voluntad de Dios o rechazarla, debemos decidir a quién servir si a Dios o a Satanás, no estamos exentos de esta realidad. Es una lucha diaria la que tenemos que afrontar contra las potestades de este mundo, pero con la fuerza de Cristo podemos vencer en este conflicto.

 

Efesios 6:12. “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino

contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las

tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las

regiones celestes”.

 

La verdadera lucha es contra todo este séquito del diablo y sus

huestes, pero se nos asegura que recibiremos fuerza y poder de lo

alto para vencer y doblegar todo tipo de maldad y obtener el triunfo de la salvación. Tendremos aflicción y dolor, pero debemos confiar en Jesús porque él ya venció al diablo y al mundo. Filipenses 4:13; San Juan 16:33.

 

Analicemos ahora tres formas mediante las cuales Satanás lucha contra el hombre.

 

1. Incredulidad.

2 Corintios 4:4. “En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios”.

 

Este sofisma muy usado por el príncipe del mal es el mismo que surgió en su propio corazón cuando                                                                         ministraba en el Templo de Dios. La incredulidad nubla el                                                                                          pensamiento del hombre y este es capaz de creer en cosas                                                                                    fantasiosas, ilusas, vanas y engañosas, apartando al hombre de Dios y                                                                  su Palabra.

                                                                Nos dedicamos a conocer y a entender muchas cosas, pero cuando                                                                      se nos presenta ante nosotros las milenarias profecías que Dios revelo a través de su Palabra, no queremos escuchar, ni obedecer, ni dedicamos tiempo al estudio, de esta manera perdemos toda claridad y luz para alumbrar nuestra mente y corazón. Las cosas eternas se deben entender únicamente con la intervención del santo Espíritu de Dios, si nosotros queremos vencer la duda, la incredulidad, busquemos con sinceridad y ahincó el mensaje de las escrituras, ya que en ella encontraremos las herramientas necesarias para vencer el mal y la incredulidad.

 

2. Usando parte de la Biblia.

San Mateo 4:5-7. “Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios”.

 

Este suceso tiene que ver con las famosas tentaciones de Jesús en el desierto por parte del diablo, sobre                                                              todo en la segunda tentación se muestra un caso particular “Si eres Hijo                                                                  de Dios, échate abajo; porque escrito está”, es curioso que el diablo haya                                                              usado las Escrituras para hacer caer a Jesús, pero si nosotros                                                                                  analizamos bien las siguientes palabras de esta declaración nos vamos                                                                a dar cuenta que el diablo cito un pasaje de las Escrituras del Salmos                                                                        91:11-12 donde dice: “Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te                                                                      guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, para que tu pie                                                                    no tropiece en piedra”. Sin lugar a duda el diablo omitió la parte donde dice: “guarden en todos tus caminos”, este detalle es importante porque Satanás conoce las Escrituras y puede usarlo para su propio beneficio adulterando, cambiando, omitiendo, y de esa manera produce confusión, engaño, contradicción en las propias Escrituras, pero al leer con detenimiento y comparando podemos encontrar una unidad y armonía perfecta en toda la Santa Biblia.

 

3. Énfasis en hechos sobrenaturales.

San Mateo 7:21-23. “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”.

En este punto que es importante debemos tener en cuenta que Satanás usa su poder contra el hombre realizando falsos milagros, con el propósito de engañar y disuadir la atención del hombre en las verdades del evangelio. Por eso que es relevante que siempre un milagro sea examinado bajo la lupa del “escrito está” de la Palabra de Dios. Además, porque no todo milagro o profetizar

proviene de Dios, no siempre es señal de aprobación de la voluntad de Dios,

la única seguridad consiste en obedecer la revelación divina y no apartarse

de ella.

 

Debemos escudriñar la Palabra de Dios y andar de corazón conforme

a sus dictados, únicamente de esta manera estaremos preparados ante estos

engaños que irán acrecentándose cada vez más que nos acerquemos al fin

de los días. Solamente así seremos reconocidos por Dios como auténticos

hijos de él y fiel servidores y tendremos derecho a entrar en el hogar celestial de los redimidos.

 

El pecado es desobediencia a los preceptos divinos. El pecado trajo consigo todo tipo de maldad que lamentablemente nosotros experimentamos aquí. Lucifer peco en los cielos y fue expulsado de la morada celestial. Con su pecado y sus acusaciones lanzadas contra el santo nombre de Dios, su gobierno, carácter y ley, profano el Santuario Celestial y por lo tanto es necesario que se realice una obra de purificación y se reivindique el carácter de Dios delante sus súbditos. Por ello el ángel le dijo a Daniel: “Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado”. Daniel 8:14.

 

Debemos confiar en Dios, porque ciertamente terminará con el dolor, el

sufrimiento y el diablo no existirá más, ni aquellos que hicieron su voluntad,

todos serán destruidos para siempre. Ezequiel 28:19; Malaquías 4:1.

 

Cercano está el día de nuestra liberación, nunca más pasaremos por esta

amarga vida, lo que nos ofrece Dios es terminar con este conflicto y darnos el

triunfo definitivo, estudiando y obedeciendo la Palabra de Dios, podemos descubrir los engaños del astuto enemigo y muy pronto gozar de la felicidad eterna en un mundo mejor. “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”. Apocalipsis 21:4.

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