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Una Gran Cena Junto Al Salvador

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Serie: Las Profecías Bíblicas - Esperanza de las Naciones

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Cuando llegue la hora Profética

Una gran cena junto al Salvador

El amor de Dios por nosotros

(Efesios 3:17, 18, 19)

17. para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor 18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura 19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.

Es tan inmenso e indescriptible el amor de Dios hacia nosotros, que el apóstol Pablo no encuentra forma de describirlo físicamente. ¡Porque Dios nos ama más allá de nuestra comprensión!

El gran día profético

(Lucas 22:7,8)

7. Llegó el día de los panes sin levadura, en el cual era necesario sacrificar el cordero de la pascua 8 Y Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id, preparadnos la pascua para que la comamos.

Jesús les quería hacer entender a los discípulos que la salvación es un milagro del cielo. Toda la preparación en el aposento alto, y la cena era símbolo del ministerio de Jesús.

(Lucas 22:14, 15,16)

14. Cuando era la hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles 15 Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca! 16 Porque os digo que no la comeré más, hasta que se cumpla en el reino de Dios.

Había llegado la hora profética exacta, en donde Jesús moriría por nuestros pecados. Cabe aclarar que en cada pascua se sacrificaba un cordero. Pero tenemos que tener muy en claro que el cordero era un símbolo de Cristo.

(Marcos 9: 33,34)

33. Y llegó a Capernaum; y cuando estuvo en casa, les preguntó: ¿Qué disputabais entre vosotros en el camino? 34 Mas ellos callaron; porque en el camino habían disputado entre sí, quién había de ser el mayor.

 

A pesar de estar llegando a las horas finales de Jesús, los discípulos estaban cuestionándose entre sí, quien era el más ¨importante¨ en el reino que Jesús traería, creyendo que el reino sería terrenal.

Se puede observar que sus corazones, no estaban preparados para la última cena.

Una Lección de humildad

(Juan 13:4-15)

4. Se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó 5 Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido 6 Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies? 7 Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás 8 Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo 9 Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza 10 Jesús le dijo: El que esta lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpio estáis, aunque no todos 11 Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos 12 Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? 13 Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy 14 Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros 15 Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.

 

Esa costumbre de lavar los pies, era porque terminaban ¨sucios¨, por el polvo. Dándoles a los discípulos un ¨golpe¨, una lección del carácter de Dios, donde en él no reina el orgullo sino la humildad.

En el momento que Jesús empezó a lavarle los pies a Pedro, este no aceptó que su Maestro le lave los pies, mas era una acción que Pedro no entendería en ese instante. A pesar de eso, Pedro buscaba ser el primero, pidiéndole que le lave las manos y la cabeza, y vemos  ese ¨choque¨ entre la naturaleza humana y el carácter de Dios.

Terminando dándoles una lección a todos los discípulos, de la humildad y el amor de Dios.

Jesús establece la Santa Cena

(Lucas 22:7, 19-20)

7. Legó el día de los panes son levadura, en el cual era necesario sacrificar el cordero de la pascua 19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dijo, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí 20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.

Al igual que el corderito, el pan y la copa, son símbolos del sacrificio que realizaría y realizó Cristo por nosotros y la paga de todos nuestros pecados.

Significado de la Santa Cena

(1 Corintios 11: 23-28)

23. Porque yo recibí del Señor lo que también os he ensañado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 24 y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí 25 Así mismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí 26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebieres esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga 27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor 28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan , y beba de la copa.

La lección que le deja Jesús para los discípulos, cada vez que les menciona ¨en memoria de mí¨, es para que recuerden en cada cena ese símbolo, el cuerpo, donde fue cargado todos nuestros pecados, y la sangre, que fue derramada por amor a nosotros y perdón.

Y termina con un autoexamen, algo que como seres humanos orgullosos nos cuesta mucho hacer, auto examinar la vida que llevo, la relación que tengo con Dios.

Condenación de la Gran Ramera

(Apocalipsis 18:2,3)

2. Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guardia de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible 3 Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites.

Podemos ver como los mismos demonios les dieron su poder a la gran Babilonia, para llevar la mentira, el engaño a toda especie de la tierra. Y como distorsiona la copa de vino, ya que el vino que se presenta acá, no es el mismo que la sangre de Cristo, porque este esta fermentado, y el fermento es símbolo del pecado.

Por eso, aferrémonos a Cristo, para no caer en tentación, para no ser engañados, porque el vino para ensañarnos la verdad sin ninguna contaminación.

¿Podemos cambiar los símbolos?

(Génesis 4:3-5)

3. Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová 4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de los más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda, 5 pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.

Un error muy común que cometemos hoy en día, es el mismo que cometió Caín, ser desobediente a las órdenes divinas que nos da Dios, y enojarnos con él. Aun así, Jehová habló con Caín para que se arrepienta, pero como dice los siguientes versículos, Caín mató a su hermano, convirtiéndose en el padre del paganismo.

(Hebreos 11:4)

4. Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella.

Pero a diferencia de Caín, Abel fue fiel a Dios, leal y respeto las órdenes divinas, y a pesar de estar muerto, Dios, aun da testimonio de su ofrenda.

Algo que nos debe quedar bien claro y grabado es que la mesa pascual y el santuario son solo símbolos. No se debe de tomar literal, porque ya sería blasfemia.

La Santa Cena no es un nuevo sacrificio

(Hebreo 9:27,28)

27. Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, 28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.

Decir que Cristo es quebrantado muchas veces es un pecado gravísimo, ya que él limpio nuestro pecados UNA sola vez, pero él vendrá por segunda vez para salvar a los que le esperan.

Así que dejemos todas las tentaciones, el pecado y todo lo que es de Babilonia, porque el Señor va a terminar con este mundo de pecado, miseria y dolor, para poder ser parte del pueblo de Dios en el cielo y para la eternidad.

Una gran cena en la eternidad

(Mateo 24:34)

34. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.

 

(Mateo 26:29)

29. Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.

 

El carácter de Dios es el mismo, ayer, hoy y siempre, y él mismo va a darnos la bienvenida en las puertas del reino de la vida eterna, para todos aquellos que hayan aceptado al salvador, los que odiamos el pecado y dejamos de practicarlo.

 

Y ahora la invitación es para vos, que estás leyendo esto…

 

¿Estás dispuesto/a abandonar el pecado y dejar de practicar lo que no es agradable para Dios? ¿Estás dispuesto/a a ser fiel como Abel, a todo lo que Dios ordene? ¿Quieres formar parte de la vida eterna y de la gran cena en el reino de los cielos?

 

 

¡ES HOY EL DÍA DE LA SALVACIÓN! ¡ES AHORA EL TIEMPO DE ACEPTAR EL AMOR Y EL PERDÓN DE DIOS! PARA QUE NOS DE LA BIENVENIDA EN LA GRAN CENA DE LA ETERNIDAD

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