top of page
251.jpg

Los Dones Espirituales

boxshot-free (2).png

Serie: Las Profecías Bíblicas - Esperanza de las Naciones

992599758a1b913574417e3ce37c3c37-logo-de
1043px-Microsoft_PowerPoint_2013_logo.sv
US$ 12 Donación Sugerida →

Pedro, la piedra y la iglesia

Cuando llegue la hora profética

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;” (1º Pedro 2:9). A través de todas las edades el Señor mantuvo y conservó un pueblo fiel a su voluntad. La verdad de Dios fue sostenida por hombres valerosos y muy estudiosos de la Palabra de Dios. El Salvador adquirió esa potestad y la Palabra profética nos asegura que el pueblo de Dios llegará hasta el fin. ¿Cómo hace el Señor para ministrar este pueblo tan peculiar?

 

1.- El deseo de Dios

 

1º Corintios 12:1.

Cristo prometió que entregaría a sus hijos el beneficio y la mano ayudadora del Espíritu Santo. Ya hemos estudiado cuales son los frutos del espíritu y vimos que todo seguidor de Cristo debe procurarlos. Aquí el apóstol Pablo nos dice que no debemos ignorar el tema sobre los dones espirituales ya que su estudio nos alertará de errores, sin embargo, es lo mayor que la divinidad puede hacer por su pueblo.

 

2.- Propósito de los dones

 

“Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.” (1º Corintios 14:12) El propósito de los dones espirituales es la edificación de la iglesia del Señor, no es para algún tipo de beneficio personal.

 

3.- Predicción de espíritus engañadores

 

 “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;” (1° Timoteo 4:1) Como toda doctrina y verdad pura de las Sagradas Escrieturas, la doctrina de los dones espirituales ha sido mal interpretada y distorsionada por algunos. El maligno se goza en destruir la obra de Jesús y combate contra sus enseñanzas. Nuestro deber como cristianos es estar alertas y estudiar con diligencia las Sagradas Escrituras.

Un problema que surgió en el seno de la iglesia primitiva.

 

1º Corintios 14:13-16: “Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla. Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento. Porque si bendices sólo con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho.”

 

Los dones espirituales son muchos, más aquí San Pablo resalta un don en particular que llegó a ser piedra de tropiezo entre los hermanos de Corinto. El don de lenguas es provechoso cuando hay entendimiento, en otras palabras, si el Señor decide manifestarse y revelar algo a su iglesia mediante el don de lenguas por medio del Espíritu Santo, entonces, esto que el Señor revela debe ser comprendido por todos, ¿sino para qué lo revelaría? La edificación de la iglesia es una promesa de Jesús, pero ¿Cómo edificar a sus hijos si nadie entiende lo que se dice?

 

4.- ¿Qué es el don de lenguas?

 

Debemos recordar que en el principio Dios creó al hombre con un lenguaje, según nos relata la Biblia en Génesis 11:1 “Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras.” ¿Cómo es que existen tantos lenguajes en la actualidad? ¿El hombre los creó por necesidad o fue un acto divino frente a la rebelión de los impíos? Para ello debemos repasar la historia de Babel.

 

Rebelión en Babel. (Génesis 11:4-6)

 

“Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.” Poco tiempo después del diluvio los hijos de los hombres se rebelaron nuevamente de manera abierta contra el gobierno celestial. La orden de Dios había sido que pueblen el mundo y les había asegurado que la tierra no sería destruida con un diluvio por segunda vez. Pero todo aquel que voluntariamente se aparta de Dios cae en manos del diablo. Los hijos de los hombres se juntaron para edificar una ciudad e hicieron una torre que les diera un nombre. Esto era un accionar opuesto al mandato de Dios. En esos tiempos las torres eran lugares de culto, hoy podemos encontrar vestigios de innumerables torres templo en la zona de Mesopotamia. ¿Estamos viendo la necedad del hombre? Al igual que Caín, ellos tenían mejores planes que los de Dios, al igual que hoy, donde la mayoría piensa y actúa en oposición a los preceptos divinos. La naturaleza del hombre es oponerse y luchar contra Dios, sólo el nacido de nuevo puede experimentar en su vida una conducta en armonía con la voluntad de Dios y abandonar el pecado.

Ante esta rebelión obstinada, el castigo de Dios tuvo que ser pronunciado, así como al fin del tiempo Dios no tendrá por inocente al malvado. “Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad.” (Génesis 11:7-8)

 

Entonces, comprendamos esto: la diversidad de lenguas que existen hoy en el mundo surgió en Babel (confusión) debido a una abierta rebelión contra Dios. San Pablo les dice a los hermanos que las lenguas son señal a los incrédulos, ya que por la terquedad del corazón humano Dios utiliza incluso este recurso para poder llegar al corazón del impío. Así ocurrió en el día de pentecostés.

 

“En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor. Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos;” (1º Corintios 14:21-22)

 

5.- El don de lenguas: lo inverso de Babel (Hechos 2:1-11)

 

“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.”

 

Según la promesa de Jesús, la llegada del Espíritu Santo tuvo un propósito, ¿cuál fue el propósito? “Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de África más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.” Observemos que en Jerusalén se había juntado mucha gente por motivo de las fiestas. Cada uno le oía hablar en su lengua materna las maravillas de Dios. Entonces, el don de lenguas fue una capacitación especial en pentecostés para que los apóstoles pudieran predicar del Cristo resucitado. El Espíritu Santo hizo un milagro para que los apóstoles del Señor, hombres humildes pero dispuestos a hacer la voluntad del cielo, prediquen sin impedimentos. Notemos que el milagro no fue únicamente que cada uno oía en su idioma, además, hubo una manifestación visible, un estruendo que hizo juntar toda la ciudad y sin dudas el Espíritu inspiró el mensaje de los apóstoles.

 

6.- El problema de Corinto (1º Corintios 14:6-9)

 

“Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina? Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si no dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la cítara? Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla? Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire.”

 

1º Corintios 14:11-12. “Pero si yo ignoro el valor de las palabras, seré como extranjero para el que habla, y el que habla será como extranjero para mí. Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.”

 

La iglesia de Corinto estaba experimentando un falso don de lenguas. Todo lo que no proviene de Dios va contra él, todo lo que no edifica, destruye. Satanás, el mismo que quiso ser igual a Cristo en los cielos, imita el don de lenguas; pero gracias a la Biblia hoy podemos distinguir la verdad del error. Cuando el don de lenguas es un ruido o balbuceo que no se comprende y cuando no es para la edificación de la iglesia entonces sabemos que dicha manifestación no proviene de Dios sino del gran engañador y padre de mentira. Cuando el don de lenguas está acompañado de entendimiento y es para la predicación del evangelio entonces sabremos que proviene de Dios. Recordemos que Dios no se manifiesta en lugares de culto que abiertamente contradicen la obra de Cristo en el santuario celestial (juicio investigador), en lugares donde abiertamente se rechaza la ley de Dios y en donde no se espera con inminencia el retorno de Jesús a la tierra.

 

7.- La Promesa de Dios para el fin

 

“Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio.” (Joel 2: 23) Así como Jesús prometió capacitar a su iglesia en pentecostés, Jesús promete que, al fin de los días, nuestros días, el derramamiento del Espíritu Santo será mayor, con grandes señales y prodigios que serán realizados por los hijos de Dios cuando estén luchando por llevar el evangelio adelante.

Lluvia Temprana, fue dada al Comienzo de la Proclamación.

Lluvia Tardía, será dada al Fin de la Proclamación del Evangelio.

 

1º Corintios 14:23. “Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?” En Dios no hay confusión y desorden. El pecado produjo una ruptura en el universo de Dios, pero pronto, cuando el Señor cree cielos nuevos y tierra nueva, la misma armonía y pureza que hubo en un principio será manifiesta en la creación de Dios y en nosotros, sus criaturas, si somos fieles.

 

8.- Satanás en la hora del fin

 

“Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.” (Apocalipsis 16:13-14).

 

¿Sabías que la profecía predecía este tipo de manifestación en la hora del fin? Esta es otra señal que nos indica claramente que el reino del Señor está cerca. Esta es una gran prueba mi hermano en el Señor, en estos momentos cuando estamos a las puertas de una eternidad, el diablo intensificará su lucha pero también tendremos la ayuda del Espíritu Santo; la única manera de resistir y ser hallados rectos es escudriñando con sinceridad la Palabra de Dios y así desenmascarar los engaños del maligno. Roguemos y pidamos que el Señor coloque su Espíritu sobre nosotros. Pidamos al Señor que nos use en su iglesia para la proclamación del evangelio y apartémonos de todo lugar que practica y enseña los artificios de Satanás. Abracemos la verdad eterna de Dios y no permitamos que algo o alguna cosa nos aparte de ella. Aferrémonos a la Biblia, cuyas profecías nunca han fallado. “Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?” (Ezequiel 33:11)

bottom of page