Cristo venció en la cruz del calvario y el Espíritu Santo se encuentra luchando con cada hombre, con cada uno de nosotros, para que podamos ser salvos y heredar la vida eterna. ¡Cuán grande es nuestro Señor! Acudamos a él cada día en oración y mediante el estudio de su Palabra, porque él es poderoso para solucionar nuestros problemas.

 

La revelación nos dice que, si hoy nos alistamos, cuando el Señor regrese viviremos con él para siempre. Hagamos un breve repaso de este acontecimiento.

 

1. Cuando vuelva Jesús. G1

 

Todo ojo le vera. Apocalipsis 1:7. Nadie podrá esconderse durante este extraordinario evento.

 

Los perdidos morirán. Apocalipsis 6:14-17. Los que no hayan escogido en esta vida hacer la voluntad de Dios, no podrán soportar el resplandor de su venida. Jesús vendrá acompañado por millones de ángeles para terminar con la miseria y el dolor.

 

“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero”. 1 Tesalonicenses 4:16.

 

Los que pese a las asechanzas del maligno hicieron la voluntad de Dios y fueron hallados justos, serán resucitados y transformados. “Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”. 1 Tesalonicenses 4:17. Serán juntados los hijos de Dios de todos los tiempos. Desde el primer ser humano hasta el último. Ascenderemos para encontrarnos con Jesús en el aire.

 

“Tierra desolada y vacía”. Jeremías 4:23-27. Este planeta se estremecerá hasta en sus mismos cimientos. En ese día habrá dos grupos bien definidos. Los vivos estarán con Cristo y todos los otros estarán muertos, nuestro planeta será un gran cementerio, millones de personas yacerán muertas en todo el globo, ellos no pueden estar con el Salvador ya que durante su vida repetidas veces acallaron la voz del Espíritu Santo y siguieron su propia voluntad.

 

Todo el universo de Dios contemplara el espectáculo de este mundo destruido, Satanás quien gobernó esta tierra vera que lo único que logro es la desgracia, muerte y dolor. Porque la paga del pecado es muerte mientras que el carácter de Dios permanece para siempre.

 

La tercera parte de los ángeles siguieron al autor del mal, ahora ellos están viendo las consecuencias directas de su elección y la manifestación soberana del Rey de Reyes y Señor de Señores, el único que merece adoración. Lucifer y sus demonios estarán cautivos dentro de esta cadena de circunstancias, en un mundo arruinado y destruido con todos sus habitantes muertos y esparcidos sobre la faz de la tierra. G2

 

El profeta San Juan vio el cuadro: “Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo”. Apocalipsis 20:1-3.

 

Satanás y sus ángeles estarán cautivos por mil años, durante todos esos años no tendrá a quien tentar ni a quien engañar, comprenderá que su reino solo fue destrucción y maldad, tendrá tiempo suficiente para pensar en todo lo que ha pasado desde el día, cuando junto al trono de Dios, comenzó en su corazón a idear su propia exaltación y sus propias leyes para este universo. Vera que todo lo que ha logrado fue mediante el engaño y la mentira, tanto sus adeptos en los cielos como en la tierra.

​

El no posee vida en sí mismo y por lo tanto tampoco la puede sustentar, contempla los millones de cadáveres en descomposición mas no puede resucitar a ninguno de ellos. Tampoco le está permitido ir a otros mundos, recuerda cuantas veces el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo conversaron con él para hacerlo desistir de su rebelión. Se acuerda cuando torturo, sin motivo alguno, al amado Hijo de Dios, como sus seguidores fueron asesinos de los justos a través de todas las edades, reflejando así su propio carácter. El excelso querubín protector que aseguraba ser como Dios, se ve ahora tal cual es, rey de muerte y padre de mentira.

 

¿Qué ocurrirá durante los mil años con la raza humana? G2. Los dos grupos bien definidos que fueron apartados muy poco tiempo antes del regreso de Cristo a la tierra, nunca más se juntarán. El destino eterno ya está sellado, pero aún el mal no ha sido erradicado completamente del universo. Como hemos visto, unos estarán muertos sobre la faz de la tierra y los otros estarán con Cristo. Durante esos mil años Jesucristo guiará a sus hijos en un viaje espacial hasta el mismo trono de Dios. Allí podremos ver el Templo de Dios, el lugar mismo donde Lucifer pecó, y los justos reinaran y juzgaran junto con Cristo. Apocalipsis 20:4.

 

Los justos verán las maravillas de Dios.

 

Si somos fieles y hacemos la voluntad de Dios, veremos todas aquellas cosas que hoy tenemos que aceptar por fe. El mismo bondadoso y amante Maestro nos explicará y despejará todas nuestras dudas. Podremos leer y revisar en los libros del cielo cada momento de este sangriento conflicto, qué ha pasado con aquellos que no nos acompañan. Comeremos del árbol de la vida, cuyo fruto los antediluvianos podían ver mas no degustar.

 

Disfrutaremos de la cena del Señor, aquella que él prometiera a sus queridos discípulos antes de entregar su vida en rescate por todos nosotros. Haremos posesión de las moradas eternas, que cariñosamente nuestro Salvador ha preparado para cada uno de nosotros. Jesús nos conoce individualmente, sabe cuál fue nuestra lucha, por ello, él nos dará un nombre nuevo, el cual nos describe tal cual somos. ¡Qué maravilloso el amor de Dios y cuánto ha costado nuestra redención a la divinidad! Nuestras luchas y aflicciones en esta vida parecerán insignificantes frente al mar de vidrio y la ciudad celestial.

 

Todos estamos destinados a disfrutar de las promesas de Dios. ¿Estamos dispuestos a seguir al Cordero por dondequiera que él va? Muchas veces estamos tan arraigados a las cosas terrenales que nos atemoriza el qué dirán los otros, estamos llenos de prejuicios y nunca tenemos tiempo para estudiar las cosas de Dios. Si nuestra vida está mal le echamos la culpa a otros sabiendo que cada uno en forma particular tendrá que dar cuenta por sus obras. Depositamos nuestra confianza en religiosos o políticos que ya sabemos que no nos van a cumplir ni ayudar en el día final.

 

¡Cuánto nos cuesta depositar nuestra confianza y dejar nuestras cargas en el amado Hijo de Dios! La salvación es un regalo que Cristo nos ofrece libremente. Cada uno, individualmente, debe decidir qué posición tomar frente a la propuesta divina. El Espíritu Santo nos insta a que lo aceptemos.

 

¿Qué sucederá cuando terminen los mil años? G3. Breve enumeración.

 

✓ La Jerusalén celestial desciende.

✓ Los justos vienen a poseer la tierra.

✓ Los perdidos resucitan.

✓ Ocurre el juicio final.

✓ Satanás, sus demonios y los pecadores son destruidos para siempre

 

En esta vida podemos burlarnos de las cosas de Dios. Podemos decir que nunca ocurrirá. Pero una cosa es cierta, y la palabra de Cristo está empeñada en esto, todos estaremos presentes en ese día. Ya sea en un grupo o en el otro.

​

La nueva Jerusalén desciende sobre el monte de los olivos. G3. El mismo lugar que fuera escenario del conflicto que Cristo ganó cuando estuvo en este mundo. Muchos se confunden y quieren creer que la actual Jerusalén será restaurada. Los tales tienen únicamente intereses políticos y terrenales, nada nos enseña la Biblia acerca de ello. El profeta Zacarías nos dice: “Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur… y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos. Zacarías 14:4-5.

 

Juan también lo vio “Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios”. Apocalipsis 21:2.

​

2- Satanás será suelto de su prisión. G3.

 

El autor del pecado no se va a rendir sin dar por última vez una tremenda lucha. ¿Cómo comenzó el conflicto en los cielos? Recordemos que Lucifer y sus seguidores no abandonaron los cielos por su propia voluntad, sino que fueron expulsados. Igualmente fueron expulsados Adán y Eva del huerto del Edén. Asimismo, el hombre carnal y pecador quiere gozar de los beneficios eternos, pero no quiere dejar de pecar, o sea, de ir contra los mandamientos de Dios. ¿Qué contradicción no?

 

“Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años". Apocalipsis 20:5-6.

 

Cuando descienda la nueva Jerusalén el Señor habrá de resucitar a los perdidos. Serán millones de millones, como la arena del mar, por ello Satanás, el gran engañador, será suelto de su prisión. Ahora tendrá a quien engañar y volverá a engañar, mas no ya a los santos de Dios.

 

"Y cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar". Apocalipsis 20:7-8.

 

Gog y Magog representan a pueblos enemigos de Dios. Todo aquel que se encuentre fuera de la ciudad de Dios estará bajo la bandera de Satanás. Un gran ejército será formado y el engaño del maligno consistirá en decir que son más los que están afuera que los que están adentro y que fácilmente ellos podrán tomar posesión de la ciudad de Dios.

 

Todo el universo presenciará el último drama. "Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada...". Apocalipsis 20:9.

 

De sobra conoce el diablo el poder de Dios. Todo lo que la divinidad pudo hacer en su favor para que no se extravíe fue hecho. Sin embargo, Lucifer persistirá en su rebelión y procurará asesinar a los santos y tomar la ciudad por asalto.

 

Pero en este momento Cristo aparecerá sobre la ciudad amada y pondrá fin para siempre a la rebelión. En nadie quedará entonces la duda que fuera instalada en el universo de Dios. Las consecuencias y el espíritu demoníaco están totalmente al descubierto y por más que Dios dé más tiempo al pecado, de nada serviría.

 

3- El gran juicio final. G3.

 

"Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él... Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades (sepulcro) entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras”. Apocalipsis 20:11-13.

​

La salvación es por gracia, un regalo del cielo, pero el juicio es por obras. Todo aquel que no se encuentre bajo la gracia de Cristo tendrá que comparecer sólo con sus obras. El universo entero estará presente para ver la historia del gran conflicto.

 

4-lnfierno de fuego. G3.

 

En su misericordia el Señor pondrá fin al pecado, destruirá al diablo, sus ángeles y sus seguidores para siempre. En las llamas de consecuencias eternas no quedará ni raíz ni rama. Todos se consumirán de acuerdo con sus obras. Dios es juez justo. Nada está escondido a su mirada. El fuego no se extinguirá hasta que todo se halla consumido y el último en morir para siempre será Satanás.

 

“Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”. Apocalipsis 20:14-15. “... y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaba la bestia y el falso profeta..". Apocalipsis 20:9-10.

 

Una nueva creación. Apocalipsis 21:1-4.

 

"Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron...".

 

Las primeras cosas pasaron. Dios nos mostrará lo que nosotros hoy aceptamos por fe. Veremos como el Señor ordena nuestro nuevo hogar al mandato de su voz. Aquello que Adán perdió será restituido. Viviremos para siempre, por una eternidad, en un edén restaurado. Por qué no agradecer hoy a Dios por todo lo que nos ha amado. ¿Quién puede describir el amor de Dios? El cordero nos amó antes que el mundo fuese, él se entregó voluntariamente para que nosotros voluntariamente respondamos a su llamado. Cuando estas cosas sucedan, y recuerdes los días de este seminario, ¿en qué grupo estarás?

 

Mi plegaria: Ruego al Señor para que guíe mis pasos en el camino de la obediencia y desear vivir en el mundo eterno.