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La 7º Plaga y la Victoria del Pueblo de Dios

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Serie: Las Profecías Bíblicas - Esperanza de las Naciones

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Cuando el fuego nuclear sea usado

Un nuevo planeta al fin de los 1000 años

Agradezcamos a Dios por la luz que nos ha dejado en su Palabra. Estudiemos la Biblia con oración ya que en este tiempo convulsionado cada uno tendrá que dar cuenta por lo que cree. Siempre apoyemos nuestra fe en el firme escrito está de la Palabra de Dios.

 

La Biblia nos dice que Cristo está intercediendo por nosotros en el santuario celestial. Como ya hemos estudiado, eso es lo que está ocurriendo hoy, en estos momentos en los cielos. Pero llegará un día en el que ya no habrá más intercesor que perdone los pecados del hombre, el santuario que está en los cielos quedará vacío ya que el Señor mismo con sus millares de santos ángeles vendrá en las nubes del cielo para buscar a su pueblo, los que pese a la oposición y burlas del mundo se mantuvieron fieles, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen la fe de Jesús.

 

Los que escudriñamos las Escrituras reconoceremos que Cristo dejó de interceder cuando veamos caer la primer plaga. Por eso la Biblia dice que la segunda venida de Jesús será como ladrón en la noche, será de sorpresa. En ese momento quedarán sellados unos para vida eterna y otros para muerte eterna. Al poco tiempo de este evento (el fin de la gracia) aparecerá la señal del Hijo del Hombre en las nubes de los cielos.

 

La venida del Hijo de Dios será un proceso, cuando poco a poco se acerque a la tierra y sus millares de ángeles cubran el firmamento, entonces, dice la Biblia, los perdidos tendrán tiempo de lamentar, entonces, los que conocieron la verdad y por inconstancia voluntaria se apartaron de la voluntad de Dios y despreciaron sus mandamientos, lamentarán mucho, allí será el lloro y el crujir de dientes.

 

Estamos a un paso del reino eterno. Estamos a un paso de reencontrarnos con nuestros amados que hemos perdido con la muerte. Y el diablo sabe que le queda poco tiempo. Por eso la Biblia nos enseña que al fin del tiempo (hoy) la lucha de Satanás contra los hijos de Dios será terrible. El maligno pondrá mil obstáculos para que nos sea casi imposible hacer la voluntad de Dios, nos atacará con nuestros mismos familiares, amigos, con el trabajo, para hacernos sufrir y desistir de nuestra fe (al igual que hiciera con Jesús en el Getsemaní).

 

¿Entendemos entonces por qué debemos prepararnos hoy? Si mi amigo, cuando veamos al Rey del Universo rodeado con sus millares de ángeles ya todo destino humano va a estar sellado. Hoy es el tiempo de llenar nuestras vasijas con aceite, de permitir que el Espíritu Santo transforme nuestra vida para tener las fuerzas necesarias, cimentadas en la Palabra profética y así resistir las asechanzas del diablo.

 

Dentro de muy poco desde el Templo celestial se pronunciará una sentencia irrevocable, Cristo dirá: “El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía”. (Apocalipsis 22:11) ¿Y luego qué ocurrirá? “Y el templo se llenó de humo por la gloria de Dios, y por su poder; y nadie podía entrar en el templo hasta que se hubiesen cumplido las siete plagas de los siete ángeles”. (Apocalipsis 15:8).

 

Durante toda la trayectoria humana el Señor estuvo acompañando a su pueblo. Sus hijos nunca fueron la mayoría pero siempre estuvieron presentes. Sufrieron persecución, burlas, perdieron lo que poseían, anduvieron como errantes en este mundo pero a pesar de ello constantemente se mantuvieron fieles como viendo al invisible. No nos engañemos, los hijos de Dios son valerosos con el poder de Jesús; los cobardes nunca heredarán el reino de los cielos.

 

Llegó el tiempo profético y Emanuel apareció entre los hombres. Humilde y en un pesebre, perseguido por los sacerdotes y asesinado brutalmente. Mas ahora, en ocasión de su segundo advenimiento no será así. Nuestro gran sumo sacerdote que está en los cielos tomará todo el poder y la gloria que sólo tiene Dios, como él mismo es, y tomará su reino. Por ello vimos que el templo se llenó de humo y nadie podía entrar o salir. Ya no habrá más servicio por el pecado en el santuario celestial.

 

¿Instantáneamente qué se dirá?

 

“Oí una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles: Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios”. (Apocalipsis 16:1).

 

Los poderes del mundo se unirán para luchar contra los hijos de Dios en una batalla final.

 

Apocalipsis 17:12-14. “Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia. Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia. Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles”.

 

Durante un corto período de tiempo, por voluntad u obligación, toda la tierra entregará la mayor autoridad a la bestia y cumplirá los designios de ésta. Es el engaño maestro del diablo y su última oportunidad para vencer al pueblo de Dios. Notemos que el comportamiento del Caín espiritual, el hijo de perdición, instigado por los demonios, siempre es el mismo. Pero Cristo se interpone entre su pueblo y el maligno. ¿Por qué aparece aquí el Cordero?

 

Claro amigos, Jesús venció en la cruz del calvario y derramó su sangre para limpiar de pecado a todo aquel que cree en él. Ahora el Cordero es Señor de señores y Rey de reyes; tiene toda la autoridad y va a derrotar definitivamente a los malvados. Observemos que los que están de su lado son llamados, son elegidos, y son fieles. ¿Estamos siendo llamados? ¿Estamos siendo elegidos o sellados? ¿Estamos siendo fieles?

 

La victoria de Jesucristo en la cruz otorga poder a sus hijos para vencer. Pero para ello necesitamos manifestar públicamente que estamos de lado del Señor. Por más problemas que pueda tener su pueblo somos llamados a pertenecer al redil de Jesús. Y no solamente eso, sino que somos llamados a proclamar a un mundo al borde del abismo que Jesús viene pronto y que estamos en la hora del juicio. Nuestro Salvador es uno, la verdad es una y hay un solo camino de regreso al hogar.

 

La promesa de nuestro Libertador es la misma que dejara a sus discípulos. Para cumplir con el mandato bíblico y tener valor al amonestar a un mundo perdido, el Espíritu Santo será derramado en abundancia. Justo antes que termine la gracia, en una situación mundial inédita, caerá sobre el pueblo de Dios que tenga aceite en sus lámparas (San Mateo 25) el derramamiento de la lluvia tardía, lo cual es, una manifestación gloriosa del Espíritu Santo para concluir la amonestación al mundo. La Biblia dice: “Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová”. (Joel 2:23,31).

 

No todos los que se hallan dentro de las filas del pueblo de Dios podrán soportar esto. Será un tiempo de angustia pero a su vez un tiempo de liberación para el remanente de Dios. Así como descendió la lluvia temprana en el pentecostés, la lluvia tardía descenderá momentos antes del fin de la gracia y madurará la cosecha del Señor. Aunque no será sin una cruel lucha.

 

Reacción contra la lluvia tardía. “Pero noticias del oriente y del norte lo atemorizarán, y saldrá con gran ira para destruir y matar a muchos. Y plantará las tiendas de su palacio entre los mares y el monte glorioso y santo; más llegará a su fin, y no tendrá quien le ayude”. (Daniel 11:44-45). No se sabe cuántos tendrán que dar su vida por el Señor pero si sabemos que llegará a su fin y no tendrá quien le ayude.

¿Qué sucederá entonces?

 

“En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro”. (Daniel 12:1)  ¿Te has tomado de la mano de Jesús? ¿Está tu nombre en su libro?

 

¿Qué acontecerá durante la 7º plaga?

 

a. Será universal. “El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está”. (Apocalipsis 16:17).

b. Se producirá una resurrección especial. “Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra”. (Apocalipsis 16:18). “Juntadme mis santos, los que hicieron conmigo pacto con sacrificio”. (Salmos 50:4-6).

 

Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua”. (Daniel 12:2). Los que traspasaron a Cristo lo verán glorificado. “Y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios”, (Apocalipsis 16:19). Los apóstatas, los que conociendo la verdad decidieron no aceptarla, recibirán la ira de Dios.

 

c. Terrible catástrofe para los impíos. Todo ser humano que no fue sellado con el sello de Dios se dará cuenta que ha estado luchando contra Dios mismo. “Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande”. (Apocalipsis 16:20-21).

 

d. Triunfo del Israel de Dios. “Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad”. (Daniel 12:3).

 

Piensa que estamos analizando el último evento del 6º sello. 1º Gran terremoto: 1755 d.C. 2º Sol oscuro: 1780 d.C. 3º Luna en Sangre: 1780 d.C. 4º Lluvia de estrellas: 1833 d.C. Tiempo Actual = Paz y Seguridad. 5º evento = 7º Plaga. ¿Entonces, proféticamente, cuánto falta para el regreso de Cristo? ¿Te sorprenderá?

 

“Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar. Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?”. (Apocalipsis 6:14-17).

 

La resurrección de los justos ocurrirá y se manifestará la esperanza más anhelada del salvado. “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”. (1 Tesalonicenses 4:16-17).

 

Aún Cristo nos llama. La Biblia dice en Apocalipsis 3:21: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”. ¿Eres un hijo fiel de Dios? Únicamente los que vencen reinarán con Cristo. ¿Qué tienes que vencer?

 

Decidamos hoy, mientras dura la misericordia de Dios, unirnos al pueblo de Dios para vivir toda una eternidad con Jesús.

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