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Resumen

La profecía de los 2300 años se basa en una gran profecía milenaria que se encuentra en Daniel 8:14. “Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado”. Ahora para poder interpretar apropiadamente debemos tener en cuenta el “principio bíblico” de que las Sagradas Escrituras se interpretan a si mismas. En otras palabras, no necesitamos encontrar la explicación fuera de la Biblia, ya que la misma Biblia es su propio interprete y el mismo Señor tiene las respuestas ante las fascinantes figuras o símbolos proféticos. 2 San Pedro 1:19-21.

Teniendo esto en mente y en profunda consideración, ahora si estamos dispuestos a poder entender y comprender este “tiempo profético”, que nos presenta la Palabra de Dios.

En primer lugar, al ser un tiempo profético, debemos determinar en la profecía el principio de “día por año”, según Ezequiel 4:6; Números 14:34. De esta manera podemos determinar y explicar que un “día” equivale a un “año” en términos proféticos, entonces 2300 tardes y mañanas (días) son equivalentes a 2300 años literales. Al tener ya este dato importante entonces estamos en la condición de señalar las partes de este periodo profético.

En segundo lugar, este lapso de 2300 años, esta subdividido en porciones de tiempo, según Daniel 9:24-27. Es clave este pasaje para poder descifrar o decodificar, todos los periodos de tiempos que aparecen en la figura ya que nos agrega datos importantes y hechos importantes en cumplimiento de la profecía.

Por último, todos estos detalles lo veremos a continuación mejor explicados y ampliados, en la cual enumeraremos estas fechas, para poder ver un orden y cronología perfecta.

Explicación

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                            En el 457 a. C. es la apertura tanto de los 2300 tardes y mañanas (años) como                                                          también de las 70 semanas (490 días) equivale a (490 años). Aquí introducimos un dato                                        nuevo que nos basamos en Daniel 9:24 donde aparece la expresión: “setenta semanas están                              determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad”, esto significa que este periodo mas                                corto de la profecía se aplica únicamente al Pueblo Judío, a la cual pertenecía el profeta                                      Daniel. Ahora como llegamos a 490 días, simplemente por una razón ya que multiplicamos 70 semanas por 7, porque una semana literal trae 7 días, da como resultado 490 y aplicando la interpretación bíblica de “día por año” equivale a 490 años literales. Este periodo de 490 años está separado o apartado para el Israel Histórico.  

Y porque el 457 a. C. en el texto se ve reflejado en Daniel 9:25. “Sabe, pues,

y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a

Jerusalén”. Esa orden o decreto fue dada por Artajerjes, rey de Persia en el

457 a. C., para restaurar y reedificar Jerusalén. Esdras 7:7,12-26.

Debemos recordar que las 70 semanas (490 años) es un periodo de tiempo

que esta incluido dentro del gran tiempo profético de 2300 tardes o mañanas (2300 años) y comienzan juntos.

“Se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos”. Daniel 9:25. La reconstrucción y restauración de Jerusalén se termino al fin de los primeros 49 años, fueron tiempos difíciles y angustiosos porque los judíos tuvieron muchos inconvenientes para la obra de construcción ya que sus enemigos se oponían principalmente, Esdras 4:1-5. Estos 49 años equivalen a 7 semanas proféticas que va del 457 a. C. al 408 a. C.

                

En el 27 d. C., Cristo fue bautizado por Juan el bautista y recibió la unción del Espíritu Santo, por eso la  palabra “Mesías” significa “Ungido”, tal cual como lo decía la profecía y dando comienzo al ministerio de Jesús. Mateo 3:16-17; Lucas 4:18. La expresión: “Habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas”. Daniel 9:25. Equivale a 483 años literales, que sumando 7 semanas mas sesenta y dos, completan la cantidad de                          69 semanas, que abarcaría del 457 a. C. al 27 d. C. donde se cumplió la profecía.

                     “Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí”. “Y por otra                           semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la                               ofrenda”. Daniel 9:26-27. Este es la ultima semana de los setenta que completaría este                                          periodo, son los 7 últimos años del periodo concedido de gracia para los judíos que va del

                            27 d. C al 34 d. C. A la mitad de la semana el “Mesías Príncipe” fue muerto en la cruz del                                     calvario bajo el Imperio Romano y los dirigentes judíos en el año 31 d.C.

poniendo fin a los sacrificios que se hacían en el Templo Judío, porque el verdadero

“Cordero Pascual” estaba siendo sacrificado por los pecados del mundo.

Mateo 27:50-51; Hebreos 9:28; 1 Corintios 5:7. En el 34 d. C. después de los 3 años y medio

que murió Jesús (31 d. C.), se completo la semana profética faltante, y en este año ocurrió

el martirio de Esteban por parte del Sanedrín Judío y la persecución de los discípulos de 

Cristo, la nación penitente sello su destino y fue rechazado por Dios. De esta manera las buenas

 nuevas de salvación (evangelio), paso a formar parte y predicado al mundo entero. Hechos 7:54-60; 8:1.

A modo de resumen y para recordar entonces las 70 semanas son los 490 años, este principio bíblico queda establecido de esta manera que va del año 457 a. C. y termina en el 34 d. C. que como ya sabemos este tiempo forma parte de los 2300 años.

                           Después del 34 d. C., o sea al concluirse el periodo de las 70 semanas (490 días o años),                                      quedaban por cumplirse (1810 días o años). De esta manera contando desde el 34 d. C. mas                                 los 1810 años, alcanzan al año 1844 d. C.

                                 En 1844 d. C., se termina el periodo de los 2300 (días o años), al final de este tiempo                                          profético el santuario debía ser purificado. Este seria la fecha del  comienzo de la                                                    purificación del santuario celestial, o sea una obra de juicio celestial. Daniel 8:14;                                                        Apocalipsis 14:7; Hebreos 9:24. Por lo tanto, queda establecido definitivamente el                                                   eriodo completo de los 2300 (días o años), que se extiende del 457 a.C. hasta 1844 d. C.,                                       cuando se inicia en el cielo el juicio divino, sabiendo donde comienza la profecía no es                                   difícil determinar su fin profético.

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